El circuito de Albert Park es un trazado semiurbano, de alta carga aerodinámica y muy exigente con los frenos (especialmente con la de refrigeración los mismos). Se caracteriza por ser rápido, muy virado y bastante deslizante. Por todo ello, es muy importante encontrar un buen equilibrio entre los reglajes con gran apoyo aerodinámico (para lograr una buena tracción a la salida de las curvas lentas) y la velocidad de los monoplazas en las numerosas rectas. Normalmente, debido a su carácter urbano, la pista se encuentra en muy malas condiciones en términos de agarre el primer día de pruebas. Es por ello, que es conveniente esperar a que se deposite un poco de goma en el asfalto antes de comenzar a trabajar sobre los reglajes definitivos del monoplaza. En este sentido, la lluvia caída durante los segundos entrenamientos libres, hará que tanto para los libres del sábado como para la calificación, el agarre sea inferior al de otros años.
Es un fantástico entorno por sus peculiares características de constantes frenadas y aceleraciones, un asfalto que evoluciona rápidamente, y un total de 16 curvas todas ellas muy diferentes.
El resultado en el Gran Premio de Australia, suele ser muy representativo, ya que en la última década, excepto en el año 1999 (E. Irvine), en 2003 (D. Coulthard) y en 2005 (G. Fisichella), el piloto que ha ganado aquí, se ha llevado a la postre el campeonato del mundo. El año pasado, el caótico Gran premio de Australia se saldó con la confirmación del dominio de Brawn, la descalificación de Hamilton por mentir a los comisarios, y el error de Sebastian Vettel –aquejado de una degradación excesiva de sus neumáticos súper blandos- a tres vueltas del final y que terminó con las aspiraciones de podium de un brillante Robert Kubica a los mandos de su BMW.
La ausencia de repostajes este año, puede ser determinante, ya que la alta probabilidad de Safety Car, hace que las escuderías con menos opciones, puedan arriesgarse a cargar menos combustible del necesario con el fin de mejorar el tiempo por vuelta, y poder así luchar por puestos más importantes, a riesgo de no terminar la carrera si el coche de seguridad no interviene (cosa realmente difícil en un trazado tan parco en escapatorias y donde los accidentes son tan recurrentes).
En lo referente a los reglajes de las suspensiones, es vital encontrar un equilibrio entre la dureza de las mismas que permitan al piloto afrontar los continuos cambios de dirección, y su blandura para poder aprovechar a máximo los pianos y optimizar las numerosas frenadas que se afrontan a velocidades cercanas a los 300 Km/h.
El circuito de Albert Park es bastante exigente con los motores, exprimiéndolos al máximo durante el 66% de la vuelta. Aquellos pilotos que posean un propulsor con una mejor recuperación a la salida de las curvas lentas, que enlazan las sucesivas rectas, tendrán una gran ventaja para conseguir un buen tiempo al final de la vuelta.
Bridgestone ha elegido este año los compuestos blandos y duros tras el fiasco de los súper blandos que llevaron la temporada pasada.
DATOS GENERALES DEL GP DE AUSTRALIA
Longitud del circuito - 5303 m
Número de vueltas - 58
Número de curvas - 16
Neumáticos - Blandos y duros
Exigencia del motor - 66% de la vuelta al máximo
Desgaste de Frenos - Alto
Carga aerodinámica - Alta
Consumo combustible por vuelta - 2,8 Kg.
Penalización por cada 10 Kg. de combustible - 0,3 Sg
Consumo combustible por vuelta - 2,8 Kg.
Penalización por cada 10 Kg. de combustible - 0,3 Sg
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