… Aunque Alonso le quitó parte del protagonismo…
Tremenda carrera en las calles del Principado. A pesar de ser uno de los trazados de adelantamientos imposibles, las carreras en Mónaco siempre se caracterizan por las numerosas sorpresas. Safety Cars, abandonos, toques y espectáculo están siempre presentes en el Gran Premio más glamoroso del calendario.
Y este año, la atención estuvo tanto en los primeros puestos como en los últimos, ya que Fernando Alonso, el piloto que más ritmo había mostrado durante los libres del jueves, no pudo participar en la calificación del sábado tras el accidente en los últimos entrenamientos de la mañana, y como consecuencia tuvo que salir desde el Pit Lane.
En la salida, Vettel le “robaba la cartera” a Kubica –rapidísimo todo el fin de semana- y Massa a punto estuvo de hacer lo propio con el polaco. El piloto de Renault, se mostró como un firme candidato a la victoria en un circuito que se ajustaba perfectamente a las características de Renault (un monoplaza muy bien equilibrado propulsado por un motor muy elástico) y donde además la calidad del piloto destaca mucho más que en ningún otro trazado.
Así, las posiciones se mantuvieron en cabeza invariables –Button y carajas de McLaren aparte- las primeras vueltas tras el primero de los cuatro Safety Cars que hicieron presencia durante el Gran Premio. Esta vez saldría como consecuencia del accidente de Nico Hülkenberg en el túnel al intentar adelantar por la zona sucia. Algún periodista de esos que se consideran eminencias de este deporte calificaba la maniobra del piloto alemán como digna del que asó la manteca… ¡Qué poca memoria tienen algunos! Cuando un jovencísimo Fernando Alonso cometió el mismo error en 2004 al doblar al Ralf Schumacher, todos culparon al hermanísimo por su juego sucio, y ahora es un error inaceptable… ¡Un poquito de por favor!
En fin… Alonso salía del Pit Lane con una genial estrategia elaborada por el equipo Ferrari, y paraba a cambiar neumáticos en la primera vuelta. La salida del coche de seguridad, y el miedo de las escuderías al desgaste de los neumáticos en una tanda de 77 vueltas hicieron que el piloto español se beneficiase de las circunstancias para situarse a la cola del pelotón con los “deberes hechos”. Pero nada estaba ganado todavía. Aún era necesario recuperar posiciones a costa de los monoplazas más lentos, para validar la arriesgada estrategia. Y la cosa no iba a ser fácil en un circuito tan ratonero como el de Montecarlo, y donde siempre hay algún piloto con ansia de protagonismo –esta vez le tocó a Di Grassi- para el que se cumple a rajatabla la filosofía de “que hablen de ti aunque sea mal”. Cinco maravillosos adelantamientos en pista –uno en la recta de meta y cuatro en la salida del túnel-, 2 averías y 11 puestos ganados en Boxes consumaban la mayor remontada de Fernando Alonso en la Fórmula 1 e igualaba las mayores hazañas vistas por las calles del Principado ¡Y esta vez en condiciones de seco!
Por delante el más listo fue Hamilton, que viendo como venía el piloto asturiano, adelantó su parada y consiguió mantener su posición respecto al español tras el cambio de neumáticos. Webber marcó toda la carrera un ritmo inalcanzable, Vettel –dicen desde Milton Keynes que corriendo con el chasis dañado en las carreras de Barcelona y Mónaco… ya veremos…- volvió a verse ampliamente superado por el piloto australiano. Kubica realizó una carrera fantástica tan sólo lastrada por el fallo en la salida. Massa se mantuvo correcto y Schumacher… como solía hacer antaño, marcando territorio.
En cuanto a los demás españoles. Increíble otra vez el mal resultado de Pedro de La Rosa. Mucho tendrán que mejorar los de Sauber en términos de fiabilidad si quieren puntuar este año. Discreta actuación, sin premio, de Jaime Alguersuari en un circuito que no da muchas oportunidades –especialmente a los que no brillan los sábados-. Y los Hispania… en fin… sin la metedura de pata de Trulli –te perdonamos Jarno, por tu ejemplar comportamiento con Alonso en Mónaco te has ganado el indulto… ¡Al menos por esta vez!-, el pobre Chandock hubiera llevado el monoplaza hasta la línea de meta en el peor trazado para unos coches tan faltos de agarre…
Y por fin llegó el truco final… ¡Cuánto hemos echado de menos a Shumi! El alemán volvió a liarla en la Rascasse cuatro años después. En Mercedes GP se equivocaron, pero también lo hicieron los comisarios. Las instrucciones que Ross Brawn dio a sus pilotos no contemplaban el artículo 40.13 aunque se diera la circunstancia de que los comisarios erróneamente sacaran unas banderas verdes que a la postre avivarían la controversia. Debieron continuar con las banderas amarillas para ser consistentes con el artículo, pero en cambio con su actitud pudieron haber inducido a error. No fue el caso, puesto que antes de que el coche de seguridad se retirara, ya estaban dadas las instrucciones pertinentes desde el muro de la escudería de Brackley -¡Hay que atacar!- Pero pudo haberlo sido.
En fin, sea como fuere, el piloto alemán fue sancionado –mal momento fue a elegir el alemán para ir a declarar ante los comisarios. Damon Hill estaría frotandose las manos- y con la maniobra perdió los 6 puntos que le hubieran correspondido por la séptima posición, y que finalmente fueron a para a manos de su compañero de equipo. Aunque visto lo visto, poco le importarán al piloto de Kerpen unos puntos más o menos…
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