Llega Malasia, y por fin tenemos la parrilla al completo.
Vuelven Fernando Alonso y Valtteri Bottas (apartados del Gran Premio de
Australia a causa de sus lesiones) y debuta el equipo Manor-Marussia con Roberto
Mehri y Will Stevens al volante.
Después de un primer fin de semana rocambolesco, parece que
las aguas vuelven a su cauce. Y nunca mejor dicho, porque se esperan lluvias
abundantes para estos días.
Por fin tendremos la oportunidad de comprobar dónde está cada
uno. Veremos si Williams vuelve a liderar el grupo de los mortales (el otro
campeonato, el de los segundones), comprobaremos si Ferrari está tan bien como
parece, estaremos atentos al rendimiento de los Sauber (en mi opinión los más
favorecidos por la gran cantidad de problemas sufridos por el resto de equipos
en Australia –flor de un día para que nos entendamos-), presenciaremos el
debut de Manor-Marussia (si finamente consiguen
calificarse para la carrera, el 107% no es baladí para un equipo tan bisoño) y observaremos
si Mclaren puede finalmente exprimir decentemente su motor (150 caballos se
quedaron en el box del Albert Park).
De todo lo anterior, la mayor incógnita es quizás la
aparente mejora del equipo Ferrari. Se ha hablado mucho del gran salto dado por
los del Cavallino Rampante este año. Han
mejorado. Si. Tanto en el diseño aerodinámico como en el rendimiento de su unidad
de potencia. Sin embargo, si comparamos las mejores vueltas durante el fin de
semana del Gran Premio de Australia de los años 2014 y 2015, observamos que
Ferrari (2,3 seg.) ha sido sólo el sexto equipo que más ha mejorado, por detrás
de Lotus (5 seg.), Sauber (3,5 seg.), Williams (3,2 seg.), Mercedes (3 seg.) y
Toro Rosso (2,5 seg). Es cierto que aún no es una muestra suficiente para sacar
conclusiones precisas, pero a tenor de los datos de la carrera de Australia,
los únicos equipos que hoy por hoy se han acercado a Mercedes son Lotus, Sauber
y Williams. En cualquier caso en unas horas, saldremos de dudas. Porque si bien
Australia, por su condición de trazado semiurbano y por ser la carrera debut
del campeonato, suele ser un Gran Premio atípico, Malasia es un trazado muy
exigente tanto para los monoplazas como para los pilotos.
En lo que respecta a los españoles, el resultado va a depender
en gran medida de las condiciones climatológicas. Fernando Alonso necesitará
una carrera loca para tener alguna posibilidad de lograr un buen (moderadamente
bueno) resultado. Carlos Sainz tiene un coche con gran potencial aerodinámico
pero lastrado por un motor muy alejado del resto (algo que las dos largas
rectas de Sepang puede penalizar, y mucho). Tiene la ventaja de conocer el
circuito (ya ganó 2 mangas en la Fórmula BMW) y el agua le vendría bien para
paliar los defectos de su unidad de potencia. Y Roberto Mehri, si consigue
clasificarse, sólo podrá tener alguna oportunidad si llueve finalmente. Y es
que difícilmente se puede encontrar a un piloto que destaque tanto como Roberto
cuando se trata de correr sobre el líquido elemento. No obstante, es justo
reconocer que las lluvias torrenciales malayas, unidas al hecho de no conocer
ni el coche ni el circuito, pueden ser en este caso demasiadas trabas para el
debut del bueno de Teto.